El pasado día 19 de julio, el Gobernador de Sinaloa; Mario López Valdez, estuvo de gira por Mazatlán y, según la información institucional, “puso en marcha oficialmente” la policía turística bilingüe.

El que MALOVA haya “puesto en marcha” –como si fuera motor- a la policía turística, causó buen impacto mediático, en el entendido de que esta fuerza policial iniciaba funciones con 85 elementos.

Pero, ¡oh, sorpresa!: el inicio oficial de la policía turística bilingüe fue tan simbólico, como la entrega del equipamiento que, según se anunció, será de 48 vehículos.

Es decir, por lo pronto, son buenas intenciones porque en la práctica no existe la llamada policía turística bilingüe. Como se dice coloquialmente: “del dicho al hecho…hay un buen trecho”.

Los elementos que la integrarán –dicen las autoridades que son 85- apenas los están capacitando en el Instituto de Ciencias Penales.

Y según se desprende de la información de las autoridades de la secretaría de seguridad pública de Mazatlán, el inició en la práctica no será en el corto plazo porque a los agentes les están enseñando inglés, además de historia y cultura de Mazatlán, y eso no se aprende de un día para otro.

Por si eso fuera poco, aún no inician la construcción de módulos para la policía turística y además ni uniformes tienen.

Así que seguramente en el periodo vacacional de verano, que ya tiene a su máxima capacidad la ocupación hotelera en Mazatlán, transcurrirá sin la presencia de la policía turística que, según anunció el Gobernador López Valdez, “además de ayudar en el combate a hechos delictivos y auxilio en accidentes de tránsito, ofrecerán asistencia, ayuda y asesoría en información a visitantes nacionales y extranjeros”.

Quizás en el periodo vacacional de invierno, ya esté en funciones a este cuerpo policiaco que,  de acuerdo a lo dicho por el mandatario estatal, “estará conformado por personal profesional, calificado y bilingüe, capaz de cumplir eficientemente con su labor de protección y orientación en beneficio de la sociedad, y el sector turístico”.

 Por Juan Manuel Pineda.