Ni la burla perdona: “nuevo estadio patrimonio de Culiacán”
Con la concesión, por ¡veinte años!, en la bolsa de lo que aún se llama estadio “Gral. Ángel Flores”, el presidente del Grupo Ley, Juan Manuel Ley, ni la burla perdona: “seguirá siendo patrimonio de la sociedad y patrimonio del ayuntamiento…”
Legalmente sí, porque no se le vendió; en la práctica no, porque la concesión aprobada -a “ojos cerrados”- le permite hacer y deshacer con el inmueble deportivo lo que guste y mande por los próximos veinte años.
Es decir, en dos décadas más, nada de “patrimonio de la sociedad y del ayuntamiento”.
Tan es dueño de facto del inmueble, que el Cabildo del Ayuntamiento de Culiacán le otorgó pleno poder para cambiarle de nombre al histórico estadio “Gral. Ángel Flores”, incluso comercializándolo si así lo decide.
Es tanta la “manga ancha” que no sólo se le otorgó una concesión por veinte años y la facultad de cambiarle de nombre, sino que se destinarán recursos públicos para construirle el nuevo estadio, cuya inversión será de 380 millones de pesos de los cuales Ley pondrá, en teoría, sólo 75 millones de pesos.
Juan Manuel Ley siempre ha dicho que en el terreno de las inversiones lo realmente importante “es hacer negocio con el dinero de otros”.
Y júrelo usted que, finalmente, no pondrá la parte que le corresponde para la construcción del nuevo inmueble deportivo porque la facultad de cambiarle de nombre al estadio –incluida la comercialización de la denominación-, le permitirá obtener de ahí los recursos comprometidos.
Sí, negocio “redondito”…… ¡con el dinero de otros!
Por Juan Manuel Pineda
Cuanta razón tiene.
Es verdaderamente injusto que nuestros impuestos vayan destinados a un señor que en su empresa otorga los sueldos más bajos del estado.
Lo más lamentable es que la sociedad siga cegada ante estos actos.
Mientras en Brasil aumentan las manifestaciones debido al gasto público que se emplea para organizar el Mundial de fútbol. Aquí le aplaudimos al Sr. Ley, los «servidores públicos» y sus respectivos camarillas, por poner en marcha un proyecto que sabemos, el beneficio recae directamente en ellos y servirá para aglutinar más su riqueza.
Si los 380 millones vinieran directamente del bolsillo de Juan Manuel Ley, estuviera de acuerdo, porque finalmente el es principal(y quizá, único) favorecido.
Aquí lo único positivo es que van a revitalizar una zona que desde hace mucho se contemplaba en el olvido.
A continuación un texto publiqué originalmente en Río Doce, el 14 de julio de 2012:
—
Tanto despilfarro de dinero… ¿Por qué no mejor invertir en educación y buenos programas sociales, en lugar de la remodelación de un estadio?
Con esto me refiero a la nueva concesión que le fue otorgada a Juan Manuel Ley para los próximos 20 años. Y como regalo por parte del cabildo: ah sí, lo olvidaba; También le otorgaron la remodelación completa del Estadio Ángel Flores.
Me pregunto yo: ¿Merecemos esto como sociedad? ¿Merecemos un circo de esta naturaleza para solventar a lo que es hoy en día la cantina más grande de Culiacán?
El sólo ver la cifra que aportará el Municipio en coordinación con el Gobierno Estatal y Federal, me quita el hambre.
No es posible que el gobierno invierta tanto dinero en una causa que tiene un sólo nombre, sí, Juan Manuel Ley es el nombre.
Este señor invertirá 75 millones (si es que se deja) para su propia causa. Para cobrarnos la entrada a “su estadio” (según es del municipio) y ver un evento que hoy por hoy ya no es un espectáculo familiar. Invertirá 75 millones para vendernos cerveza, salchichas asadas y cuanta chuchería considere conveniente atascarnos. No veo a Juan Manuel Ley obsequiar playeras y artículos de Tomateros, regalar despensas en colonias marginadas y mucho menos subirle el sueldo a sus empleados. Sobre todo aquellos que verdaderamente necesitan un aumento, aquellos que acomodan su mercancía en su tienda departamental, ha aquellos que limpian su piso, y aquellas muchachitas que tienen la cara pálida, los pies hinchados y ojos rojizos por tanta carga de trabajo al estar frente a una caja registradora donde depositan el dinero del gran empresario. Todos los días, no hay descanso, de 7 am a 11 pm los 365 días del año.
Y adivinen, nosotros lo vamos a ayudar. Vamos a depositarle sin falta cada mes los ingresos necesarios para que puedan construir nuestro Estadio de ensueño.
Ya le hacía falta una “manita de gato” a mi estadio. Me siento tan orgulloso con mi municipio al apoyar a Juan Manuel Ley en esta tan humilde y noble causa. ¿Qué será de Culiacán sin nuestra contribución hormiga?
El Estadio para poder ser remodelado a plenitud, necesita una inversión de 380 millones de pesos. Ley alzó la mano y puso 75, el resto lo pondrá el Gobierno por medio de nuestros impuestos. Se dice que la Federación Mex. de Béisbol contribuirá con 100 mdp, dinero de cual no he visto ni un centavo. ¿Acaso Ley tomó por sorpresa a la FEMEBE, hurtó el dinero y lo presentó al cabildo, sólo que únicamente 75 mdp? ¿Dónde están los 25 mdp restantes? No, no creo, de seguro es sólo mi imaginación (quiero pensar eso), no creo que Juan Manuel Ley sea tan maquiavélico.
Pongámoslo así. Juan Manuel Ley aportará 75 mdp (dinero de la Federación), este peculiar personaje del núcleo empresarial, mencionó que hará todo lo posible que patrocinadores (no Gobierno, sino empresas) aporten 25 mdp más a la causa. Si esto llega a pasar, ese dinero será deducible de impuestos, Vaya Noticia! Entonces ya serán 100 mdp que “no aporta” el ayuntamiento. Es decir nos dejarán 280 millones de pesos a nosotros.
Que encantadora noticia, ojalá JuanMa Ley se solidarice con nosotros y por lo menos nos regale unos cacahuates a entrar al estadio.
Todos deberíamos felicitarte Juan Manuel Ley, deberíamos entregarte un reconocimiento como empresario del año. Vaya, uno por eso, y otro por hacer trabajar al cabildo. Estos mequetrefes (con el más sincero respeto) ya tenían tiempo haciéndole al loco en sus oficinas.
Poner a trabajar a los funcionarios: Eso merece una condecoración. Enhorabuena! Esta día Tomateros pierde un aficionado.