Juan Manuel Pineda

En todo centro laboral, privado o gubernamental, siempre hay un responsable.

En el caso gubernamental, todo empleado y/o funcionario depende de un superior, incluso los secretarios del gabinete.

Así, queda claro que en los actos de corrupción hay una cadena de involucrados y nadie se manda sólo.

Es por eso que servidores públicos adscritos a la Secretaría de Administración y Finanzas, así como el propio titular de la dependencia, Armando Villarreal, enfrentan denuncias penales por el presunto desvío de al menos 293.4 millones de pesos.

Lo mismo sucedió en la Secretaría de Salud, donde el titular, Ernesto Echeverría, y personal de la dependencia tuvieron que responder a acusaciones penales ante los jueces.

Por la naturaleza del cargo que ostentó en la pasada administración del gobierno de Sinaloa, Armando Villarreal es uno de los llamados “peces gordos” en los presuntos actos de corrupción documentados por la Auditoría Superior del Estado y la Auditoría Superior de la Federación.

Sin embargo, el “pez más gordo” sigue nadando en aguas tranquilas…al menos, así parece: inmune, fuera del radar y alcance de la justicia.