Comentario

ÚLTIMA LLAMADA Jorge Meléndez Preciado Al Gran Rogelio Naranjo

 

 

Pensar que la clase política nos va a defender de las agresiones y las bajezas de Donald Trump es una equivocación. Ninguno de ellos nos protegerá. Ni siquiera  el famoso acuerdo del gobierno peñista y la iniciativa privada, el cual demagógicamente señala que darán empleo a los compatriotas que expulsen de Estados Unidos. ¿Por qué hace años no han dado chamba y salarios decentes a millones de nacionales que ven en la informalidad o el narcotráfico su opción?

Peña llama a luchar con el alma (sic espiritista) y a echarle buena vibras (sic que ya no sabe para dónde moverse) al asunto. Margarita Zavala dice que tenemos fortaleza para enfrenta el problema (sic debilucho y hambriento). Y hasta López Obrador señala que somos independientes de nuestro futuro (sic que ve el abismo muy próximo). La lista es más amplia, pero la Cámara de Diputados acaba de darnos una lección ejemplar, acepta el presupuesto del ejecutivo sin chistar, reduciendo las partidas en muchos rubros importantes (salud, educación, empleo, etc.) y se aumenta miles de millones de pesos para que esos haraganes y rufianes legisladores hagan de las suyas.

Necesitamos luchar al lado de los mexicanos de  allá, de los jóvenes estadounidenses que repudian a Donald, a los millones que están en contra del racismo actual. Afortunadamente, ya salieron a la calle un buen número (manifestación el sábado 12 en el Ángel de la Independencia a las 12 horas) de capitalinos a protestar en serio contra Trump y el establecimiento yanqui y el mexicano.

El neoliberalismo, como anota bien Ignacio Ramonet (La Jornada, 10 de noviembre), ya dio todo de sí. Son tiempos aciagos pero también de cambio. Es necesario que no le demos tregua, como piden algunos despistados o zonzos,  al belicista  y racista de Donald Trump. Pero también es indispensable hacer  un llamado a todos los que deseamos el cambio para unirnos en un solo frente para transformar el mundo. No hay de otra.

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