(Por:Juan Manuel Pineda) Entre los objetivos contenidos en la reforma educativa –que hasta el momento sólo se trata de una reforma laboral que mantiene agraviado a amplios sectores del magisterio-, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, se comprometió a elevar la calidad educativa. Sin embargo, como se dice coloquialmente, del discurso al hecho hay mucho trecho. Ejemplifico: uno de los componentes indispensables para avanzar en la calidad educativa es generar condiciones presupuestales que privilegien a la educación. Desde su campaña, el Presidente Peña Nieto dijo que era necesario hacer importantes esfuerzos para ampliar las coberturas, mejorar instalaciones y dotarlas de equipamiento, etcétera. Según el discurso del Presidente Peña Nieto, la prioridad debe ser mantener el respaldo del Estado a la educación gratuita y de calidad. Esto implica tener escuelas públicas que estén a la altura o por encima de la calidad que ofrecen las escuelas privadas. Planteles públicos que sean igualadores sociales, de lo contrario la propia educación sería fuente de desigualdad. En el caso de la educación media superior y superior, el Presidente Peña Nieto planteó dos metas específicas: alcanzar la cobertura universal en el bachillerato y aumentar 45% la cobertura en educación superior. El 27 de enero del 2015 se realizó en la residencia oficial de Los Pinos, un evento denominado “Diálogo sobre la Educación Superior en México”, encabezado por el Presidente Peña Nieto y el Secretario General Ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, Jaime Valls. El discurso, en términos generales,

se centró en la ratificación del compromiso para trabajar en la mejora de la educación en México. El titular de la ANUIES reconoció en ese evento que el gobierno hacía importantes esfuerzos para fortalecer el presupuesto a la ciencia y la tecnología, sin embargo, pidió mayor apoyo a la educación argumentando que cada año 155 mil estudiantes se incorporan a la educación superior en México. También ahí, el entonces Rector de la UNAM, ahora Secretario de Salud del gobierno federal, José Narro, pidió realizar un mayor esfuerzo presupuestal pues los jóvenes merecen tener más opciones. En respuesta, Enrique Peña Nieto reconoció la importancia de apoyar a la educación superior, a la cual calificó de “un pasaporte para un mejor porvenir” pues permite acceder a mejores posiciones laborales y salarios competitivos. Según el Presidente Peña Nieto, el compromiso de su gobierno con la educación, y de forma particular, la del nivel superior, se puede confirmar en el incremento de más del 25 por ciento en su presupuesto durante los últimos dos años (2014-2015). Precisó que en 2015 el presupuesto federal para este sector ascendió a 191 mil 234 millones de pesos,es decir, 52 mil millones de pesos más de lo que se destinaron en 2012. A la petición de la ANUIES en cuento a un mayor presupuesto para atender necesidades administrativas, de investigación y cobertura en la educación media superior y superior, el Presidente Peña Nieto respondió que “no haría oídos sordos a las mismas”. De fondo, el objetivo del “Diálogo sobre la Educación Superior en México”, no fue establecer estrategias y compromisos para avanzar en este rubro, sino tener un marco para la postura política del Presidente Peña Nieto toda vez que en ese momento se vivía uno de los episodios más álgidos por los hechos en agravio de la comunidad de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos”, de Ayotzinapa, Guerrero. De entonces a la fecha, ha transcurrido un año seis meses, y el compromiso de apoyo a la educación media superior y superior se diluye aceleradamente. Las peticiones de la ANUIES no sólo tienen “oídos sordos” en el Presidente Peña Nieto, sino también en su secretario de hacienda, y especialmente en los legisladores federales. Le doy un par de datos reveladores: en 2014, el gasto militar del gobierno de México se incrementó 11%, porcentaje muy superior al 4 por ciento que cada año “aumentan” a los recursos del sector educativo. En 2015, el gobierno del Presidente Peña Nieto y los legisladores federales privilegiaron de nuevo el gasto militar sobre la inversión en educación, lo que se refleja en el incremento del 24% al presupuesto de la Secretaría de la Defensa Nacional y sólo 4% a educación. México ocupa el último lugar de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), precisamente en el sector educativo. A su regreso de la ciudad de México, donde asistió a la reunión de la ANUIES para la firma de convenios con los dirigentes de la COPARMEX y dela Fundación Educación Superior Empresa, el Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Juan Eulogio Guerra Liera, reveló que el gobierno federal recortará 40 por ciento al Fondo de Aportaciones Múltiples para este año, lo que significa que dejarán de llegar a la máxima casa de estudios sinaloense 28 millones 174 mil pesos , y como consecuencia la institución tendrá que dejar de atender algunas áreas. El Fondo de Aportaciones Múltiples es un recurso financiero federal, destinado a la construcción de espacios educativos de las universidades públicas estatales, y este recurso es intransferible y se destina sólo para la construcción, reparación, mantenimiento, rehabilitación y equipamiento de espacios educativos de nivel superior. Este año se aprobaron para la UAS 71 millones 255 mil 651 pesos, y con base en estos recursos la administración central hizo listado de unidades académicas donde se requiere más apoyo, donde hacen falta más aulas o más espacios habilitados, lo cual se tendrá que ajustar porque de los 71 millones de pesos aprobados sólo quedarán 43 millones de pesos. Hasta 2013 las universidades públicas estatales presentaban sus requerimientos de infraestructura física en el marco del Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI), y a partir del 2014 es a través del Programa de Fortalecimiento en la Calidad de Instituciones Educativas (PROFOCIE). Los rectores tienen que acudir a presentar y defender los proyectos que requieren de financiamiento. En el caso de la UAS, la última ocasión en que el Rector Guerra Liera defendió las propuestas institucionales y se aprobaron 57 millones de pesos, sin embargo, ya firmado el acuerdo le descontaron el 70 por ciento y le dejaron 16 millones de pesos. La escasez presupuestal y los posteriores recortes al financiamiento para la educación media superior y superior en México son una constante del Estado, por eso entre el discurso del Presidente Peña Nieto y los hechos hay un largo trecho, que se asume como una gran simulación del gobierno federal.