“No le pudimos encontrar la cuadratura al círculo”, dijo Luis Marcelino Farías, el pastor de los diputados en el sexenio de José López Portillo. Así pues, los cuatro foros que organizó la Cámara de Diputados para darle paso a la ley de comunicación social  resultaron una  engañifa,  darles atole con el dedo a los participantes y continuar con los amplios privilegios para los concesionarios de radio y televisión, hoy disminuidos mínimamente.

En la administración de Miguel de la Madrid también hubo encuentros en diversos puntos de la República en el mismo sentido. Nada se logró.

En aquellos años participé con otros para impulsar  las reformas necesarias. Perdedera de tiempo y tomadura de pelo. Después apoyé muchas otras propuestas importantes.  Ya no iba a los lugares donde se reúnen muchos con afanes buenos y les hacen creer que ahora sí, desde luego, se integrarán sus iniciativas  para mejores leyes.

¿Cuántos foros han hecho diputados y senadores?  Acerca de todo y aparentando que cambiarán las reglas en el país para bien de la mayoría. Del petróleo, de la atención a migrantes,  de la reforma educativa y hasta cómo defender a los periodistas (sic que muestra un escudo). Nada ha sido para bien, en realidad hemos ido en sentido contrario (ya lo anotó el maestro Fernando del Paso con mayor hondura). Tanto que este año van seis  periodistas asesinados y el total durante la gestión de Peña Nieto llega a 20. De seguir así, al final del gobierno actual andaremos por 45 homicidios de reporteros.

Firmé, claro está, la conocida Ley 3 de 3. Fuimos 634 mil 124 los que signamos la propuesta. Incluso se dijo que en esta ocasión excepcional habría “Parlamento abierto”. Es decir, que las organizaciones que proponían la iniciativa discutirían  con los legisladores sus puntos de vista para que se integraran convenientemente. ¡Vaya! supusimos, todo empezaría a cambiar a pesar de las malas artes del PRI y las mañas del PVEM. Incluso en un programa de Brozo  estuvo el yerno de Manlio Fabio Beltrones, el súper verde, Pablo Escudero, y se mostró dispuesto a aceptar muchas cuestiones que rechazaba. ¡Hurra! Todo irá adelante.

Pero como siempre Emilio Gamboa Patrón, miembro de las Cámaras autistas, oscuras  y dilapidadoras de nuestros impuestos  desde hace 15 ininterrumpidos  años gritó: ¡La ley 3 de 3 es una cacería de brujas! Es terrible, para él y su padrino (Peña Nieto orgulloso),  que los servidores públicos digan cuál es su patrimonio, quiénes son sus familiares o compadres  y que presenten su declaración de impuestos. Ello no será posible sin el consentimiento de cada uno de los involucrados. En síntesis, no se tratará de una ley, sino de algo que queda al contentillo de a quienes elegimos supuestamente para defender los bienes públicos.

No debemos olvidar la respuesta de Gamboa una vez que le llamó Kamel Nacif (conocido pederasta y enemigo de la compañera Lidya Cacho): “Si no te gusta la ley que vamos a aprobar, le doy para atrás, Papá”. Por lo  que Carlos Monsiváis dijo que se trataba de un neolenguaje: “El cabroñol”.

Claro, también sabotearon esta nueva iniciativa ciudadana personajes como Roberto Gil Zuarth (Jenaro Villamil, Proceso, número 2061),  Javier Lozano  y Marina Gómez del Campo, trío de albiazules. Y es que sus intereses  en otros asuntos (Lozano el gobierno de Puebla  y la familia Calderón Zavala para ella) son prioritarios y cualquier “piedra”  que obstaculice sus intereses hay que hacerla a un lado.

En el PRD también hubo intransigencia. Mauricio Merino señaló que Miguel Barbosa, el coordinador de los senadores negroamarillos, se puso de pestañas ya que el grupo plural empezó a cabildear con priistas y verdes, algo necesario para lograr consensos. (Quería exclusividad el  perredismo luego de que muchos de sus legisladores son omisos con  declarar sus bienes y sus dineros).

La inconformidad  al no aprobarse la 3 de 3 se dio incluso entre los grupos empresariales. Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, exigió que cumplieran con lo establecido por la Constitución y aprobaran antes del 28 de mayo dicha  propuesta (Villamil, ídem). Algo que será imposible ya que el periodo extraordinario se iniciará, según todo apunta, luego de las elecciones del 5 de junio.

Mientras esto ocurre, el candidato a gobernador de Oaxaca por el PRI, Alejandro Murat, no reportó en su declaración patrimonial cinco propiedades que tiene en un  fideicomiso con sus hermanos en aquella entidad (Reforma, 2 de mayo) y, menos, las que fueron descubiertas hace tiempo en Estados Unidos junto con su papá, José, a quien Alejandro dice, falazmente, que no permitirá que vaya a la tierra de Benito Juárez.

El legislativo en estos tiempos: un aparto anacrónico, inservible e incluso nocivo (recordar su aprobación de la ley que permitirá cateos del ejército en los domicilios de compatriotas).

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