San Politikón

Libertinaje de expresión: pseudoperiodismo y periodismo enfermo  

 

Por: Juan Manuel Pineda

 

Si bien es cierto que la libertad de expresión es un derecho. No se pide permiso para usarla. Se ejerce.

También es cierto que ejercerla en México implica numerosos riesgos y obstáculos, principalmente en el contexto oficial.

Sin embargo, la libertad de expresión se trastoca constantemente para dar paso al libertinaje de expresión.

El Artículo 6º Constitucional establece:“La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley. El derecho a la información será garantizado por el Estado”.

Desde los medios de comunicación, el pseudoperiodismo violenta constantementela legalidad relativa a lalibertad de expresión, y con total impunidad es utilizado para pisotear la moral y los derechos de terceros.

El 17 de diciembre del 2015, Darío Ramírez publicó un artículo denominado “Periodismo enfermo” y en su parte medular planteó:

-“El periodismo mexicano está enfermo de dinero público, de voluntarismo por estar cerca del poder, por falto de ética, por anteponer intereses meta periodísticos al interés y servicio público.Lo cierto es que prácticas ancestrales dentro del periodismo, impiden la renovación vigorosa y adaptación a un México distinto.La enfermedad no es menor. No es un asunto de empresa privada y modelos de negocio, sino que abarca una esfera que es de lo público: el derecho a la información.Es un secreto a voces cómo grandes y pequeños medios de comunicación se acercan voluntariamente al poder para poder vivir de él. No hay reglas escritas sino códigos y actitudes a través de los cuales el poderoso premia o castiga. El periodismo pasa a un segundo plano y su devaluación implica ser un arma para conseguir dinero y hacer propaganda, rara vez periodismo….”

Este tipo de “periodismo” al que se refiere Darío Ramírez, aflora en toda coyuntura y en estos momentos políticos-electorales en Sinaloa se utiliza con fines obvios pro gobiernistas, de poderes fácticos o de grupos y grupúsculos políticos.

En el contexto del pseudoperiodismo y del periodismo enfermo se inscriben los constantes “análisis” publicados, que no son otra cosa que obuses mediáticos de claro origen que tratan de descalificar los avances de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

El tema de la UAS y de personajes universitarios que incursionan en la vida política-electoral, es un “filón de oro” para el pseudoperiodismo y el periodismo enfermo que exhibe lo más degradante de la llamada condición humana.

Por esas prácticas en el ejercicio periodístico, ahora “todos coludos o todos rabones”, porque tanto políticos como funcionarios, principalmente, tienen a su disposición un instrumento que es un nuevo obstáculo a la libertad de expresión: la entrada en vigor de la Ley del Derecho de Réplica.

¿Qué implica? Simplemente que a partir del pasado 4 de diciembre del 2015,elel ejercicio del periodismo en México y los medios de comunicación estarán sujetos a demandas civiles y por daño moral por parte de políticos, empresas y cualquier persona o entidad que considere que se publicó “información inexacta o falsa” sobre ellos.Los litigios, además de costosos,podrán derivar en multas millonarias.

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