CADA QUIEN SUS HIJOS
El PRI y sus aliados desean, ya, perpetuarse en la cima. No a través de propuestas innovadoras, elementos ideológicos modernos o haciendo trabajo comunitario a favor de los que menos tienen, sino por medio de sus hijos, los cuales desde ahora son enviados lo mismo a que traten de ganar un hueso con ayuda de sus papis y al mismo tiempo pidiéndoles sumisión ante retos que necesitan enfrentarse en serio y no con mojigatería.
Alejandro Murat renunció a la dirección del Infonavit para tratar de alcanzar la candidatura a la gubernatura de Oaxaca. Su padre, José, lo sabemos, fue mandatario de esa entidad y la dejó hecha trizas. Pero fue el operador del Pacto por México y Peña Nieto lo considera para todo. Tanto que antes, cuando Enrique gobernaba el estado de México, nombró en radio y televisión de ese estado al mencionado Alejando, el cual quería suprimir las series culturales y mejor difundir el futbol que “es la buena onda”. Nepotismo clásico.
Mariana Moguel, hija de Rosario Robles, llegó a la presidencia del PRI capitalino. Su trayectoria es breve y nada destacada, empero, Peña Nieto arropa a la ex de Carlos Ahumada en todo y la placea en el mundo. Mariana fue abrazada efusivamente por Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, quien tendrá en Tonatiuh González al operador para que la señorita Moguel no sufra ni se acongoje. Mamá gallina.
Javier Herrera Borunda, hijo de Fidel Herrera, y actual diputado por el muy acreditado PVEM, aseguró que está ampliamente a favor de privatizar el Pensionissste, dictamen que ya se dio en comisiones y se votará el martes 8 de diciembre.
Enrique Peña Nieto les prohibió a sus vástagos que se fumen un churro en su presencia, ya que el señor decide acerca de los gustos, las aficiones y las preferencias de los jóvenes. Allá el mexiquense, pero si entendiera la misión de un estadista se hubiera callado.
Tres ejemplos de que el país es de unos cuantos.
@jamelendez44