Microscopio Social

Obligado el IMSS a clarificar la muerte de 13 bebés

En cualquier país donde se hubiera presentado la muerte de 13 bebés en algún hospital sin una explicación clara y precisa, como ocurrió en el Hospital General Regional No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social de Culiacán, ya se habrían fincado responsabilidades y aplicado las sanciones correspondientes. Sin embargo, sólo en México no se procede de esta manera.
Bastante información se ha publicado acerca de la muerte de 12 neonatos en el área de cuna del IMSS y uno más que fue trasladado a Guadalajara, donde falleció por un cuadro complicado de infecciones. La denuncia pública que realizó un grupo de madres fue que el área de cuneros se encontraba en condiciones insalubres y los bebés habían sido víctimas de una bacteria que provocaba sepsis.
Las autoridades del IMSS han negado esta opinión, pero no han dado su versión oficial. Por esta razón, la sociedad espera una respuesta clara y satisfactoria. El cúmulo de declaraciones puso en el centro de atención al serio problema de falta de higiene que existe en las instalaciones del IMSS, es decir, una evidente contaminación por virus y bacterias que ocasionó la terrible tragedia.
Lo más grave de este asunto es que solo cuando se ventiló en la prensa este problema de salud las autoridades reaccionaron a lo que estaba sucediendo en las instalaciones del IMSS, pero lo lamentable es que dieron una respuesta irresponsable para tratar de culpar a las madres al señalar que los bebés se habían infectado durante el embarazo.
Después de una intensa presión social, las versiones de los funcionarios federales cambiaron y llegaron a aceptar que tres menores habían contraído sepsis y muerto en la clínica; sin embargo, han insistido en enmascarar la realidad, ya que no hay todavía una versión oficial.
Es correcto y necesario que se haga un estudio de campo para saber el tipo de microorganismos que están provocando esta infección; no obstante, no es necesario contar con los resultados finales para que las autoridades del IMSS apliquen un plan de emergencia que impida la muerte de más bebés, dado que con los elementos reunidos es factible concluir que hay áreas contaminadas.
Mi profesión de químico farmacéutico biólogo me permite señalar que es común la existencia de virus, bacterias y microorganismos en espacios  como los cuneros, salas quirúrgicas, quirófanos y otros más en áreas de salud, como las del IMSS, y por ello es  obligada la existencia de protocolos de control, mismos que deben ser de manejo ordinario y permanente.
En este tenor, desconocemos por qué las autoridades no suspendieron de inmediato la sala donde se detectó este problema. El hecho de seguir utilizando esos espacios a sabiendas de que estaban contaminados es de mucho impacto, pues estamos hablando de niños que murieron y que no debían morir. El deceso de un solo bebé por causas no naturales y bajo sospecha de alguna infección debe de ser investigado a fondo para llegar a la verdad, ya no se diga la pérdida de 13 niñas y niños.
Culpar a las madres no solo es inhumano sino también erróneo, pues el simple hecho de que el producto venga enfermo es responsabilidad del sistema de salud, del que el IMSS es cabeza nacional.
Otro enorme error fue querer justificar esta penosa situación con el argumento de que tal suceso se encontraba en la media de fallecimientos de recién nacidos; así lo dijeron: “No es una situación alarmante; estamos dentro de los parámetros”. Asimismo, las autoridades expusieron que de los 240 niños que nacen en promedio al mes, existe una tasa mensual promedio de 7.7% de fallecimientos. Estas declaraciones, además de que son desafortunadas, carecen de toda sensibilidad y solidaridad con las familias afectadas.
Ante estas consideraciones y como integrante de la Comisión de Salud del H. Congreso del Estado, exhorté desde la tribuna al gobernador Mario López Valdez para que, en su calidad de autoridad máxima de la entidad, tome medidas extraordinarias tendientes a evitar que sigan ocurriendo más desgracias.
Por supuesto, nos unimos al reclamo de las familias afectadas. Estos casos no deben darse en ningún hospital, sea público o privado, razón por la que las autoridades deben de tomar medidas urgentes. Reiteramos la pertinencia de que el gobernador López Valdez intervenga directamente, pues se trata de un caso grave.
No cabe duda alguna de que el IMSS es una gran institución donde trabajan profesionistas de prestigio, razón por la cual este error no debe repetirse, pues debe prevalecer la confianza al derechohabiente y a los familiares, con la garantía de que están en buenas manos y tratados por personal responsable.
Permítanme reiterar lo que planteé en la reunión del pasado martes en la Comisión Permanente de la LXI Legislatura del H. Congreso del Estado de Sinaloa:
Que esta legislatura, a través de la Comisión de Salud y Salubridad, intervenga en el esclarecimiento de esta desafortunada situación que se ha presentado en el IMSS.
Que de inmediato se tome la medida de desalojar las áreas clínicas del IMSS donde han muerto los niños.
Que se aplique un plan emergente y se intensifiquen las medidas de saneamiento general del IMSS.
Que se atienda a padres y madres para que, con base en una información objetiva, se les explique satisfactoriamente lo que ocurrió con sus hijas e hijos.
Que una vez realizadas las investigaciones, se finquen responsabilidades y se apliquen las sanciones correspondientes.
Finalmente, hay que decir que estamos frente a un fracaso total de los programas preventivos de salud y de los programas sociales, tanto federales como estatales, por lo que urge una revisión para corregir la serie de fallas. No es normal que en nuestro estado se registren tantas muertes de niñas y niños recién nacidos en un lapso muy corto y en un mismo lugar.
Gracias y que pasen una excelente semana.

Deja un comentario