Microscopio Social

Las escuelas siguen en condiciones inadecuadas 

Este 24 de agosto inició el ciclo escolar 2015-2016, que culminará el 15 de julio del año próximo. En las 228,269 escuelas de nivel básico que hay en el país, 25 millones 900 mil alumnos y un millón 212 mil maestros regresaron a clases. En Sinaloa, iniciaron actividades 604,425 alumnos de nivel básico: 109,078 de preescolar, 334,373 de primaria y 160,934 de secundaria, según información del titular de la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPyC).
El calendario escolar tiene estipulados 200 días de clases, igual que en los ciclos anteriores; sin embargo, es necesario dejar asentado que nunca se cumple con la cantidad de días de clase que está normado. Lo más grave de esta situación es que nadie se ha hecho responsable de esta deficiencia.
Desde la presidencia de la Comisión de Educación y Cultura del H. Congreso del Estado, advertimos que el Ciclo Escolar 2015-2016 inicia sin tener condiciones aceptables para que la educación que se imparta sea digna, segura y de calidad, como lo marca la Reforma Educativa impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto.
Prueba de ello es que, por ejemplo, de nueva cuenta se presenta la suspensión de clases; en esta ocasión se trató de un paro de actividades convocado por integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), al que se sumaron algunos maestros disidentes del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE), como protesta contra la Reforma Educativa acordada recientemente. Según declaraciones de la CNTE, fueron 72 las escuelas que pararon, lo que perjudicó irremediablemente a cientos de niños y jóvenes.
A lo anterior se agrega otro problema: las condiciones inapropiadas en que se encuentra la infraestructura física y el equipamiento de muchos planteles de la entidad. Aquí cabe recordar las estadísticas hechas públicas por el INEGI en 2013, resultado del Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE).
El CEMABE en Sinaloa afirma que de 6045 escuelas de educación básica que existen, 246 no cuentan con servicio de agua potable, 655 carecen de energía eléctrica, 581 no tienen baños, 4626 no poseen servicio de drenaje, 4627 no disponen de servicio de teléfono, 3022 no cuentan con equipo de cómputo, 3996 carecen de internet, 5204 no tienen equipo ni señalética de protección civil y 4852 necesitan zonas de seguridad. Estas son apenas algunas de las decenas de necesidades.
También el CEMABE informó, en relación con las escuelas construidas, que 3405 tienen piso de cemento o firme, 1567 de madera, mosaico u otro recubrimiento, y 91 tienen piso de tierra o materiales removibles. Asimismo, 4894 inmuebles tienen paredes de tabique, ladrillo, bloque, piedra, cantera, cemento o concreto; 77 de adobe, 44 de lámina de asbesto, metálica o de cartón, 26 de madera, tres de barro, carrizo, bambú o palma y tres de material de desecho.
Estas cifras, si bien son de 2013, no se han modificado. Esta afirmación, de que las condiciones no han cambiado positiva y sustancialmente, parte sobre todo porque en un año y ocho meses no conocimos programas integrales que atendieran adecuadamente las deficiencias en los servicios básicos, como son agua potable, energía eléctrica, drenaje, subestaciones, aires acondicionados, entre otros.
Ante estas difíciles condiciones y en el marco del nuevo ciclo escolar, considero pertinente remarcar este tema que decenas de veces hemos tocado en la tribuna del H. Congreso del Estado, así como también hacer un llamado —el mismo que hemos hecho a las autoridades educativas— para que se atiendan las deficiencias y limitaciones de la infraestructura física escolar, lo cual es prioritario para implementar la Reforma Educativa.
Esta postura obedece a que de manera continua y permanente realizo visitas a escuelas ubicadas en todo el estado, pero además de quejas, reclamos e información de sucesos anómalos que nos reportan padres de familias.
Por ejemplo, nos han informado que oficialmente hay 1030 escuelas de tiempo completo, pero lo que no se dice es que estos planteles son motivo de críticas permanentes y que la mayoría funciona gracias a las cuotas obligatorias de los padres de familia. También se ha dicho que tenemos 1831 escuelas con maestros de inglés; sin embargo, estos han realizado paros laborales por adeudos de su salario, e incluso en el ciclo escolar anterior exigieron el pago de hasta cuatro meses de su trabajo.
Según el censo de la SEPyC, hay 500 escuelas que requieren de subestaciones eléctricas, lo cual es un registro muy inferior al que realmente existe. De igual modo, se informó que en meses recientes se instalaron 230 equipos, pero no podemos olvidar que el problema de las altas temperaturas en nuestra entidad ha sido la causa para recortar los dos últimos ciclos escolares.
Otro tema que desde el Partido Sinaloense hemos abordado es el financiamiento que se le concede a la educación pública. En repetidas ocasiones hemos señalado que se trata de una política pública que no se ha apoyado en su dimensión real y urgente. Veamos algunos datos.
El presupuesto definitivo destinado a educación en México para 2015 fue de 297,257.1 millones de pesos, cuando en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2015 (PEF, 2015), aprobado por la H. Cámara de Diputados para educación sería de 305,057.1 millones de pesos, es decir, 7800 millones de pesos menos.
No obstante, en 2016 la situación se agravará más. La afectación que proponen sobre la SEP es eliminar 3920 millones de pesos de los siguientes programas: Programa de Cultura en las Entidades Federativas, 2111.5 millones de pesos; Programa de Escuela de Calidad (prevención y aportaciones), 1469.8 millones de pesos; Programa de Escuela Segura (provisiones salariales y económicas), 338.7 millones de pesos. Pero además, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) adelantó el pasado 22 de agosto que planea recortar el presupuesto a las universidades públicas, según el documento “Techos del proyecto de Presupuesto de Egresos 2016″, donde se plantea una reducción de 1157 millones de pesos.
Por ello, de nueva cuenta convocamos a las autoridades educativas de nuestra entidad para que se apliquen en la solución de los problemas básicos de infraestructura de nuestras escuelas. Hasta el día de hoy no se ha visto que exista un compromiso integral para que nuestras niñas, niños y adolescentes reciban una educación digna, de calidad y bajo un régimen de seguridad que les garantice su integridad física. Asimismo, anticipamos que en la próxima discusión del presupuesto de egresos 2016, nuestra preocupación fundamental será el financiamiento a la educación pública.

Gracias y que pasen un excelente fin de semana.

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