Por: Juan Manuel Pineda

Los dichos, en gran medida, reflejan la sabiduría popular. Uno de éstos, aplica para reflexionar sobre la imposición de Manlio Fabio Beltrones a la presidencia del CEN del PRI: “ven burro ensillado, y se les antoja flete”.

En el caso de Sinaloa, ahora resulta que hay una fuerte “corriente beltronista” y hasta han surgido amigos, de “uña y mugre”, del político sonorense.

Sus “amigazos delalma” de Sinaloa presumen generosamente la cercanía, “intis confis”, con Beltrones y ya caminan orondos, pavoneándose, porque –según ellos- pronto, más pronto de lo que nos imaginamos, el dedo divino de Beltrones los tocará no importa que sea en la forma que lo hizo el jugador de la selección de Chile, Gonzalo Jara, contra el de Uruguay, Edison Canavari, en la pasada Copa América.

¿En la carrera priista por la gubernatura de Sinaloa, será suficiente la presunta amistad con Beltrones para la postulación del candidato para el proceso electoral local del 2016?

¿La amistad que presumen los “beltronistas” sinaloenses estará por encima de la necesaria rentabilidad electoral?

¿Los que ahora se dicen cercanos “amigos de Beltrones”, realmente lo son o sólo venden “espejitos”?

¿Beltrones, efectivamente, considerará entre sus más caros afectos a los aspirantes priistas a la gubernatura de Sinaloa que ahora presumen ser “muy cercanos” a él?

¿Beltrones decidirá, sí o sí, a los candidatos a las gubernaturas que estarán en disputa el próximo año?

¿El primer priista nacional se quedará como el chinito –nomás “milando”-, mientras Beltrones hace y deshace con el proceso para designar a los abanderados priistas? La imposición de Manlio Fabio Beltrones como dirigente nacional del PRI, también tuvo un intencionado efecto colateral en Sinaloa: “MALOVA, principal ganador con la designación de Beltrones”.

Lo dicho: “Ven burro ensillado, y se les antoja flete”. Según la conclusión de un “análisis” periodístico difundido a nivel estatal con obvias intenciones, se considera que el máximo jerarca del CEN del PRI beneficiará políticamente a quien, en su momento, traicionó al PRI y como abanderado del PAN-PRD-PT  es actualmente gobernador de Sinaloa.

El “argumento” principal del “análisis”, es que MALOVA y Beltrones fueron compañeros de legislatura en el Senado del Congreso de la Unión……¿y?

A estas alturas, con los hilos de la información privilegiada en la mano, la prudencia –por lo menos- marca la ruta a seguir a Beltrones, es decir, tejer fino y “pintar raya” sin herir susceptibilidades entre el cúmulo de “amistades”  de políticos sinaloenses.

Hay un pantano en el camino, y no es tiempo de probar si “hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan”.

Beltrones sabe -debe saber- qué tipos de “amigos” hay entre políticos. Y también que en cualquier terreno los amigos, amigos, son contados…..lo demás son circunstancias a veces incomodas.

Ante esto último, no sería descartable asumir la actitud de conocido político sinaloense para sobrellevar las cosas: “¡Ese, mi tigre, que gusto saludarlo! Usted es un campeón, un chingón…. a su lado, yo le doy bola”. El aludido, entonces, se siente proyectado a la cúspide de la autoestima y la vanidad lo abruma, sin reparar que en el argot deportivo, sobre todo en el box, “dar bola” tiene un significado contrario.