Comentario

Sigue la mata dando

 

En Poza Rica, Veracruz (2 de agosto), atacaron a tiros las oficinas del informativo Presente y quemaron parte de sus instalaciones y tres automóviles. En el lugar estaba el director del medio, Jesús Villanueva Fernández, pues en el mismo sitio vive con su familia. El periodista hizo la denuncia del caso, algo que será un expediente más para  archivar. El 5 de agosto, nos enteramos que en Jalpa de Méndez, Tabasco, fue encontrado el cadáver de Adrián Martínez López, fotógrafo. También supimos que la colombiana asesinada en la colonia Narvarte junto con cuatro más no se llama Nicole, como se insistió por medios oficiales, aunque no se dijo cuál era su nombre, por razones de seguridad (sic indefenso); asimismo que los inquietos subordinados de Javier Duarte, no han entregado la información que dijeron harían llegar de manera presurosa a las autoridades del DF. Eso sí, en el perfil que se presenta en Wikipedia de ese señor de buen tonelaje, encontramos que se trata de un “político, abogado y asesino”, alteración de su perfil, algo que se puede hacer en la red, y que muestra el nivel de molestia que hay entre muchos periodistas y ciudadanos por el crimen de Rubén Espinosa Becerril, comprensible aunque no es así como se ganan las batallas más importantes. Por fortuna, los investigadores de la matanza ya aceptaron que el nacido en Tacubaya (DF), pero residente durante muchos años en Veracruz, sí es fotógrafo en activo ¡aleluya! por el descubrimiento. En Puebla, donde su novia tiene parientes, se realizó una velada como recordatorio y exigencia de que se castigue a los homicidas. Rubén  era un combatiente que no estaba metido en líos de otra índole, sino luchando por la libertad de expresión e información. Por cierto, al encontrarse con autoridades capitalinas, un grupo de reporteros fueron informados que se dará protección a los informadores en la capital del país, algo que debió hacerse tiempo atrás ya que desde la administración de Marcelo Ebrard hay un protocolo al respecto e, incluso, se iba a construir un edificio para albergar a varios compañeros de los estados que vienen acá buscando refugio. El inmueble está en General Prim y no se ha avanzado en su erección. Lo mismo que se cortó el apoyo a la Casa de los Periodistas, la cual ha servido para apoyar a diversos colegas. También se dijo  en el mencionado encuentro, por parte de activistas,  que el 3 de octubre de 2013, más de 40 fotógrafos  fueron agredidos por la policía, y la secretaría de gobierno capitalina quedó de indemnizarlos pero es hora que no hay ningún apoyo. Las promesas gubernamentales, entonces y ahora, deben hacerse realidad o los políticos irán perdiendo credibilidad, algo que reflejan las más recientes encuestas.

Despido feliz

Hoy sabemos que Miguel Herrera, El Piojo, se fue no por la bronca con Christian  Martinoli- la cual fue el último clavo al ataúd-, sino debido a que los patrocinadores vieron que su audiencia se reducía por los malos partidos y los pésimos resultados. Según Iván Pérez de Juan Futbol,  Miguel se lleva 132 millones de pesos en la bolsa y quizá le den 89 millones más de liquidación. Súmele, usted, lo que ganó en Chiapas, en anuncios de teléfonos y de Afores. Entre los patrocinadores de los ratones verdes, ahora con camiseta negra, está una marca deportiva que  selecciona a tres jugadores para que aparezcan en la publicidad de la compañía, o sea,  los pataboleros son empleados. Según el analista Fernando Mejía Barquera (Milenio, 30 de junio), el supuesto representativo nacional ganó de 2012 a 2014, la suma de 250 millones de dólares; de ellos, 150 millones fueron para gastos y 100 millones se repartieron a los 18 clubes de primera división para “promover las fuerzas básicas” (sic que mejor compra jugadores del exterior). La secretaría de Hacienda y el SAT les condonan los impuestos. Las estrictas autoridades financieras se hacen de la vista gorda en los llamados drafts, en las diferentes transacciones y en la compra de equipos. No hay seguro social, Infonavit y escuela primaria para algunos que no saben ni la O por lo redondo (saludos, María Luisa Mendoza). En el libro: La economía del futbol de Ciro Murayama (Ediciones Cal y Arena) leemos: para ordenar el balompié nacional “se requiere un Estado fuerte y apegado a derecho” y una “visión de largo plazo y un Estado regulador serio que evite que las prácticas depredadoras del mercado engullan la creación de riqueza” (página, 167). Pero ya sabemos que la FMF (Justino Compeán y Decio de María) y las televisoras pueden más que cualquier administración federal.

Tres

El bellísimo y muy necesario libro: ¿Dónde están los artesanos?  (Editado por la Unión de Productores Artesanales Coyolxauhqui), será presentado el jueves 6 a las 18. 30 horas en el Museo del Arte Popular (Revillagigedo, número  11), por un excelente quinteto: Cristina Pacheco, Mardonio Carballo, Rosa Icela Rodríguez, Humberto Musacchio y Socorro Oropeza (autora del texto), con la moderación del Boticario; se trata de una obra que demuestra claramente la importancia de estos creadores que se han abierto cancha en el mundo sin el menor apoyo oficial, aunque existan algunos organismos que ayudan a los grandes de esta industria, la cual, por cierto, aporta una buena cantidad de dólares al país en momentos que el petróleo se hunde, la economía decrece y el billete verde sigue al alza; ¿sería mucho pedir que Turismo y  la secretaría de Economía  se dieran una vuelta para conocer mejor el asunto? Que las autoridades (je,je) de la delegación Coyoacán hayan levantado el suelo donde está  la Iglesia de la Conchita, poniendo en riesgo ese monumento nacional, muestra una vez más que el equipo de Mauricio Toledo- quien estuvo a cargo de la demarcación y puso a sus incondicionales- tiene como único propósito hacer obras para ganar dinero;  lo terrible en serio, es que las autoridades del INAH reacciones tarde y mal, únicamente ante las protestas y la movilización de los vecinos. Igualmente el famoso Instituto tan ineficaz  no estaba enterado que la iglesia de Tlaxcala del Siglo XVIII, ubicada en San Pablo del Monte, había sido  demolida, algo que es para Ripley; ahora la culpa la tienen, aparentemente, dos sacerdotes; pero las autoridades parece que viven en tinieblas y ni se diga el que se hace llamar gobernador de la entidad, Mariano González Zarur, a quien sólo le interesa el PRI, los toros y la pachanga: un trío singular en su vida de extraterrestre.

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