Comentario

EL RITUAL DEL VACÍO

​Cesaron al irascible, impertinente, mal padre y peor entrenador de futbol, Miguel Herrera, El Piojo. No les quedaba de otra ya que los escándalos y los malos resultados trajeron lo pronosticado por muchos, entre ellos una buena cantidad de comentaristas deportivos. Triunfó la sensatez. Pero en otros ámbitos, la opinión publicada no cuenta, más bien es vista como un lastre. O tal vez siga presente la frase: “Ni los veo ni los oigo”, tan cara a Salina de Gortari. El cuñado, por cierto, es de los ganadores del petróleo: de la nacionalización a la privatización, esta última en manos de los alumnos formados en Estados Unidos.
​El domingo 25 hubo un festejo más del inextinguible PRI. Nada que celebrar, según todos los indicadores económicos, políticos, sociales y culturales, pero ya sabemos que se debe reverenciar al hombre de Los Pinos. Las fuerzas vivas, como se decía antaño, se reunieron para darle calor a un Peña Nieto que ya ni siquiera tiene a su esposa cerca, pues Angélica Rivera anda en Italia- según videos- gozando de los aires mediterráneos con cargo al presupuesto federal. ¿Iría también el peinador?
​En el acto Enrique dijo: “Que despierte nuevamente el entusiasmo de la juventud. Es tiempo y oportunidad de que nuestro partido sea un espacio de participación para los jóvenes talentosos, comprometidos con su país” (El Financiero, 27 de julio).
​Estamos ante la ceguera o el ritual del vacío. Tal vez el mexiquense no sepa que los jóvenes- quienes decidirán las elecciones de 2018-, han optado, no por los partido políticos, sino por otras opciones: las redes sociales, las organizaciones no gubernamentales, las cooperativas, los grupos que forman autodefensas, las brigadas de ayuda a la comunidad, etc.
​Pero no contento, fue adelante. Aseguró: “En varias naciones están surgiendo opciones políticas que en su ambición de poder prometen soluciones mágicas, que en realidad terminan por empobrecer a las familias y restringir las libertades ciudadanas. Las consecuencias de esta nueva ola populista son graves” (ídem).
​¿A quién se refiere? Tal vez a Alexis Tsipras de Syriza (en Grecia) o a Pablo Iglesias de Podemos (en España). Pero a lo mejor a Jaime Rodríguez El Bronco en Nuevo León o a Pedro Kumamoto en Jalisco. No lo sabemos porque el lenguaje críptico, del priismo jurásico, lo impide. Pero a quien sea, el PRI se encuentra a la defensiva ya que intuye: sus años están contados. Ya no logró la mayoría, hace poco, sino tuvo que inventar y manipular a un partido verde desprestigiado como su acólito, El Piojo, o necesitó hacer alianza con el Panal, traidor a Elba Esther (aún en prisión), con Juan Díaz y Luis Castro en el papel de campaneros.
​No importa, el PRI va de picada. Incluso el analista Francisco Rodríguez señala en su Índice Político (27 de julio) que en las próximas elecciones de darse una alianza PRD- PAN, como antes, el tricolor perderá la mitad de las 12 gubernaturas que se pondrán en juego.
​Tan está haciendo agua el buque peñista que, como apunta Sin Embargo (29 de julio), ya el equipo de Enrique no va junto con él, sino por otro camino. O como explicarse que aceptó- el mismo que defendió hasta la ignominia a Rosario Robles- que la política social ha fallado y se debe corregir. O entender que los empresarios ya hablan de evitar la subida del dólar y cambiar la política fiscal. O los apoyos sin sustento al ejército que continúa en el fuego ciudadano.
​Pero ya alborotado por los gritos y el apoyo de César Camacho- quien sigue coleccionando relojes millonarios-, Peña Nieto se lanzó hasta el fondo y espetó: “Que el PRI regrese a las universidades y despierte nuevamente el entusiasmo en la juventud” (La Jornada, 26 de julio).
​¿Será que el ex subsecretario de Relaciones Exteriores, Sergio Alcocer, tiene posibilidades de ser Rector de la UNAM y por esta vía llegarán a la Máxima Casa de Estudios los actuales gobernantes?
​De otra manera es imposible.
​Antes de 1968, los priistas eran un grupo que no se presentaba como tal en la UNAM, ya que entendía su desprestigió y la aversión entre el alumnado. Luego de los últimos acontecimientos en Iguala, Tlatlaya, el número de mujeres secuestradas y ultrajadas en el Estado de México, el caso de Néstora Salgado y Juan José Mireles, la guardería ABC y Eduardo Bours, la quiebra de Coahuila, Nuevo León y Chihuahua en el aspecto financiero y el aumento de la pobreza, no creo, ni siquiera en la Universidad Panamericana (lugar a donde supuestamente estudió Peña Nieto y luego desairó al no acudir a una cita), que alguien defienda no las tesis del PRI, inexistentes, sino a la presente administración federal que dice gobernar con “estabilidad y responsabilidad”.
​Lo único rescatable de la arenga peñista fue “Hoy no hay espacio para proyectos personales”. O sea, nadie se adelante que yo diré cuándo arrancan los caballos de mi establo tricolor.
jamelendez44@gmail.com
@jamelendez44

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