Este 7 de julio pasado, desde la tribuna del H. Congreso del Estado convoqué a que los diputados de la LXI Legislatura intervengan ante las inundaciones provocadas por las lluvias en el estado, ya que estas causan desgracias a miles de familias. Ciertamente, inició el periodo de lluvias, pero desde antes comenzaron las preocupaciones de muchas personas que viven en colonias y comunidades que año con año sufren inundaciones.

A mediados de abril y principios de mayo los sinaloenses muestran su temor ante las lluvias torrenciales que cada año se presentan; y especialmente los vecinos de Culiacán han alzado su voz para manifestar su miedo e incertidumbre por las posibles inundaciones.

Como se recuerda, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) anunció que la temporada de ciclones y tormentas tropicales iniciaba el día 15 de mayo, y se estiman 26 ciclones tropicales en el país, 19 de ellos en el Pacífico; de estos, ocho son tormentas tropicales y 11 huracanes de los cuales 7 son catalogados como fuertes y 4 como intensos.

Desde luego, el pronóstico no indica cuántos fenómenos impactarían en Sinaloa, lo cual nos pone en alerta, ya que no estamos preparados para ello, pues algunas zonas urbanas de la capital sinaloense son de alto riesgo de inundaciones debido a que la ciudad es cruzada por 35 arroyos que representan alrededor de 60 km por donde corren las aguas pluviales. De estos 35 afluentes, 26 representan un alto riesgo de inundaciones, mientras que también hay otros 12 arroyos que ponen en peligro a los habitantes de cinco sindicaturas del municipio.

Los culiacanenses que tradicionalmente ven perdidas sus pertenencias con las inundaciones  registradas, nos han pedido apoyo para tramitar, gestionar o eficientizar ante las autoridades correspondientes la limpieza, ampliación, dragado y revestimiento de los arroyos y ríos que cruzan nuestra ciudad. Estos colonos son de Infonavit Humaya, Lázaro Cárdenas, Guadalupe Victoria, Ignacio Allende, La Hacienda, Valle Alto, La Conquista, Buenos Aires, Libertad, Huizaches, Antonio Toledo Corro, así como de comunidades de Costa Rica y Emiliano Zapata, a los que se han sumado de los municipios de Escuinapa, Mazatlán, Guasave y Los Mochis, entre otros. Los ciudadanos que sufren este problema solicitan una solución de fondo y no solo paliativos a posteriori como láminas, agua, enseres y despensas.

Por desgracia, y como sucede cada año, todavía no inicia la etapa fuerte de las precipitaciones y ya tenemos que lamentar la pérdida de vidas: el 2 de julio falleció Yuliana Alejandra de 2 años debido a que la unidad móvil en que se trasladaba la familia intentó cruzar un arroyo crecido en la sindicatura de Jesús María; mientras que el 7 de este mes murió el niño Alexander de 7 años, quien fue arrastrado por otro arroyo en la colonia Chula Vista.

Por tal motivo, existe una real preocupación por la endeble infraestructura hidráulica de la ciudad de Culiacán, ya que solo el 32% de los arroyos están revestidos y algunos tienen una insuficiente capacidad hidráulica, en tanto que el resto son cauces naturales con algunos tramos invadidos y desviados; todo esto genera que en esta época un número indeterminado de zonas de la ciudad sea altamente vulnerable a inundaciones.

Los vecinos del fraccionamiento Valle Alto están cansados de peregrinar por las instituciones del gobierno municipal, estatal y federal para que desazolven el dren Bacurimi que colecta las descargas de las colonias del norte de la ciudad y no tiene salida rápida al río Culiacán; y como si fuera poco, a inicios de julio se le agregó otra descarga de drenaje pluvial de casi 40 pulgadas sin haberle modificado al dren la sección hidráulica antigua. Ante ello, hubo protestas pero sin respuesta satisfactoria, pese a que la capacidad hidráulica del dren fue rebasada por el huracán Manuel, y en estos momentos se encuentra sin mantenimiento desde la zona de Villas del Río hasta la sindicatura de Aguaruto.

También los habitantes de las colonias Guadalupe Victoria, Emiliano Zapata e Hidalgo, por mencionar sólo algunas, temen que la falta de mantenimiento del arroyo de la Guadalupe Victoria, que va desde la Novena Zona Militar hasta el boulevard Madero, se desborde por falta de mantenimiento, ya que su cauce está lleno de escombros, grava y basura.

Según estudios técnicos de ingenieros civiles de la UAS, en nuestra capital existen varios problemas que provocan las inundaciones, entre los que resaltan la falta de mantenimiento y de limpieza de los arroyos, drenes y canales, así como la ausencia de un programa serio y permanente de limpieza y dragado del río Culiacán, que considere realizar los trabajos antes de las lluvias y no durante ellas como sucedió en 2014. Un gran error que se ha cometido es la falta de dragado del río, desde la presa derivadora hasta la sindicatura de Aguaruto, para que los desagües de los arroyos de Culiacán sean más fluidos.

Los problemas se incrementarán debido a que Conagua tiene un proyecto para elevar la cortina de la presa derivadora, con el fin de proporcionar mayor volumen de agua a los canales principales de ambos márgenes. Esto significa que todas las descargas de aguas pluviales ubicadas allende la cortina tendrán la salida más alta, ya que este proyecto no contempla incluir el drenaje pluvial de forma integral.

Problemas similares hay en Guasave, donde existen 12 puntos de mayor riesgo, que incluyen drenes y arroyos con un alto grado de azolvamiento. Igual ocurre en Escuinapa, con las zonas a las orillas del canal de la colonia Dámaso Murúa y en el arroyo Juana Gómez, a la altura del Infonavit. En Mazatlán, 25 colonias comparten esa situación; de hecho, hacemos un llamado urgente a las autoridades para que atiendan a los vecinos del fraccionamiento San Francisco, ubicado en las faldas de un cerro con problemas de derrumbes. No volvamos a lamentar pérdidas de personas por falta de precaución, como sucedió el 8 de agosto de 2011, cuando se desgajó el cerro Colorado sobre las viviendas de la colonia Mazatlán II y murieron dos niñas.

Con estas consideraciones,  hacemos un exhorto al gobierno del estado para que, junto con autoridades federales y municipales, elaboren un diagnóstico de las condiciones en que se encuentran arroyos, drenes, canales y ríos del estado e implemente un plan estratégico de limpieza, desazolve, ampliación, encauzamiento y revestimiento. Además, se modernice el sistema de monitoreo y de alerta a la población en tiempo real, así como la obligatoriedad de realizar estudios hidrológicos e hidráulicos para el otorgamiento de licencias de construcción de la obra pública y privada. El tiempo ya está encima, por lo que esta situación requiere la atención de todos. No desestimemos los pronósticos de huracanes que el Servicio Meteorológico Nacional anunció para este periodo de lluvias.

Gracias y que pasen una feliz semana.