No estoy seguro si desde los medios de comunicación tenemos claro el rol esencial que éstos, los medios de comunicacióny su personal, juegan en el desarrollo de la sociedad.

Pero de lo que si estoy seguro, es que sólo unos cuantos, desafortunadamente, cumplen realmente con su función social.

Que triste papel el que, desde los diferentes espacios informativos o los que pomposamente se denominan de análisis, estemos más preocupados, por ejemplo, en cómo le fue al “Sr.Gobernador”, Mario López Valdez, en su cirugía de vesícula, o que fulano, mengano o perengano quiera ser presidente municipal, gobernador o presidente de México.

Ponderamos la construcción de estadios, disfrazando el hecho en un presunto el impacto social, sin reparar que se destinan cientos de millones de pesos del erario público al negocio de unos cuantos, pese a las carencias de servicios (alumbrado, agua potable, drenaje, centros de salud, escuelas, etc.) para miles de familias.

Informativamente lo público es importante, pero necesariamente deben existir prioridades o, en términos de comunicación, la más adecuada jerarquización posible de los temas a difundir con su respectivo seguimiento.

Es dramáticas, y unaseria llamada de atención a la reflexión responsable, la situación de centenares de niñas, niños y adolescentes que en educación básica no cuentan con espacios dignos. En pleno Siglo XXI, prevalecen las aulas de cartón donde los educandos y docentes soportan las altas temperaturas y en esas condiciones, obvio, difícilmente se puede desarrollar de manera adecuada el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Desvanecimientos, vómitos y deshidrataciones se presentan en muchas escuelas de educación pública, debido a que los planteles no están preparados para soportar las altas temperaturas en las diversas regiones del estado.

Asimismo, es inadmisible que menores de edad aún seanlaboralmente explotados en los campos agrícolas.

También,es inaceptable el silencio desde los medios de comunicación en relación a la llamada “nueva esclavitud” con que los especialistas denominan a la trata de personas, muchas de estas migrantes menores de edad.

Y la omisión vergonzante en la exigencia de justicia ante las atrocidades de policías, soldados y marinos que violentan el marco legal, atropellando los más elementales derechos humanos en colonia y en comunidades rurales so pretexto del combate al crimen organizado.

La corrupción y la impunidad, estrechamente ligadas al maridaje gubernamental con el crimen organizado son, entre muchos otros temas, sobre los que no se profundiza y mucho menos se exige atención real de quienes se comprometen a cumplir y hacer cumplir la ley.

Estos y muchos otros hechos pasan prácticamente inadvertidos, es decir, en algunos medios apenas se registran los casos pero no hay mayor profundidad para cumplir con una real función social.

No hay un solo medio que asuma una línea editorial de exigencia permanente para que, desde el ámbito oficial, se atiendan verdaderamente las demandas de la sociedad.

Y no la hay, porque a los empresarios de los medios de comunicación lo que más les interesa es el dinero y, por supuesto, no harán nada que pueda lastimar el negocio con su principal fuente de  sustento: las arcas gubernamentales cuyos recursos, paradójicamente, provienen del pueblo.

Y así vamos, “pateando el bote”…..