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El voto que viene

Parece perogrullada, pero la situación que enfrentan los partidos políticos está vinculada a la descomposición social, provocada por sus prohombres y mujeres influyentes mas no por las masas o bases que les dan vida con el porcentaje legal para mantener el registro.

Así, los comicios intermedios de 2015 se significan como las elecciones de la prueba para unos y de sobrevivencia para otros. Las alianzas tienen la condición básica de sobrevivir y mantener, en el caso de los llamados partidos emergentes, como bisagras en la decisión de temas torales, como ocurrió con las reformas estructurales y las más recientes, como la de los gobiernos de coalición.

No es que sea un término despectivo llamarlos partidos bisagra, porque realmente tienen una importante función a la hora de inclinar la balanza en el Congreso de la Unión respecto de un tema en el que las tres mayorías (PRI, PAN y PRD) requieren del voto suficiente para lograr una reforma constitucional que requiere de la mayoría calificada.

Por eso, no puede perderse de vista a estos 16 diputados federales que pertenecían formalmente al PRD, Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo y decidieron integrar una singular octava bancada, esta del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en la Cámara de Diputados.

José Isabel Trejo Reyes, coordinador de la diputación federal del PAN, considera sano para la democracia la integración de la bancada de Morena, aunque sin participación en los órganos de gobierno ni acceso a las prerrogativas que tiene el resto de las bancadas por su carácter fundacional, es decir, son las que se registraron y avalaron al inicio de la LXII Legislatura federal.

Pero, bueno, más allá de esa consideración de que los diputados que simpatizan con el partido de Andrés Manuel López Obrador no tienen acceso a recursos como bancada ni oficinas como tal, son legisladores con voz y voto; pero, sobre todo, con una importante maquinaria que se anida en la descalificación de prácticamente cualquier iniciativa o postura que se presente en comisiones o en el pleno camaral. Se asumen portavoces de quienes están hasta la madre de este sistema político.

Y es que ser contestatarios, supuestos demócratas de izquierda recalcitrante, fundamentalistas y dogmáticos, les reditúa en seguidores, simpatizantes decepcionados fundamentalmente del PRD, del PT y Movimiento Ciudadano, el partido de Dante Delgado que cambió de nombre (era Convergencia Democrática) para congraciarse con Andrés Manuel López Obrador, pero éste lo mandó al diablo, tanto que, para sobrevivir, se asoció en alianza con el Movimiento Volver a Empezar, de Manuel Espino Barrientos.

Y sí, Morena tiene el carácter de partido bisagra y como tal jugará en los comicios de 2015. Por eso, no les interesa tener participación de las prerrogativas camarales ni oficinas o espacios en los órganos de gobierno. No. La apuesta es mediática porque esos 16 votos, como refirió José Isabel Trejo Reyes en una entrevista al inicio de semana, cuentan y mucho. A saber.

“En relación con lo de Morena –explicó el coordinador de la bancada del PAN—quiero ser enfático. Morena, conformado con la propuesta que está en el Reglamento, sería un grupo orgánico, formalmente establecido con algunas acotaciones de carácter jurídico (…) Pero le ponyo una situación hipotética: 16 diputados pueden inclinar la balanza, en una Reforma Constitucional o en una ley; entonces, su voto es real y pueden decirlo: “Morena votó a favor con sus 16 votos o votó en contra”. Entonces es real el efecto de una conformación”.

Y así le jugarán los 16 diputados que, en Ricardo Monreal Ávila, Ricardo Mejía Berdeja y Luisa María Alcalde Luján, junto con su asesor José Manuel del Río Virgen tienen a los estrategas que utilizarán sus dietas para trabajar entre enero y mayo del año entrante a favor de los candidatos de Morena a cargos de elección popular.

No se requiere de un robusto presupuesto para impactar mediáticamente e influir entre el electorado como la opción de izquierda cuando el PRD fue infiltrado por el crimen organizado y de la mano se llevó a Movimiento Ciudadano y al Partido del Trabajo, con quien elaboró las alianzas que impulsaron los triunfos de los cuestionados gobernadores de Puebla, Oaxaca, Guerrero y de pasada hasta el de Graco Ramírez Garrido Abreu en Morelos, porque Graco no se salva de la mala fama perredista lograda en los meses recientes.

Por eso, se equivoca Martí Batres Guadarrama, el dirigente formal de Morena, cuando dice que el voto de este bisoño partido será anti PRI. No, el voto pulsado y previsto para instalar al partido de Andrés Manuel López Obrador en la preferencia del electorado del Valle de México, es contra el PRD. Bueno, sólo hay que recordar que el tabasqueño quiere ser jefe delegacional en Cuauhtémoc, la jurisdicción capitalina con mayores recursos presupuestales e influencia en el aparato político nacional.

El objetivo es desprender el mayor número de militantes al PRD para hacerse de la representación de la izquierda, incluso con bases operativas del PT y de Movimiento Ciudadano. Porque difícilmente del PAN o del PRI, mucho menos del PVEM o de Nueva Alianza tendrían sus militantes a Morena como opción de voto y de partido.

Además, el voto del partido de Andrés Manuel se fincará en los yerros de todos los partidos. Morena levantará la simpatía de quienes están hartos de la violencia e inseguridad, aunque no le será suficiente para demostrar arrastre; tendrá seguro su registro, porque en la ciudad de México está su base.

Así que, 16 votos en la Cámara de Diputados pueden multiplicarse en miles en las urnas a la hora de elegir diputados federales y locales, jefes delegacionales y presidencias municipales. Morena no le apuesta a una alianza, le apuesta a la descomposición social. Ése es el voto que viene y, quienes deben estar preocupados, son los ex aliados de Andrés Manuel. Ya los usó, ¿quién sigue? Por cierto, y por qué el tabasqueño no transparente sus propiedades y la fuente que lo ha financiado porque, que se sepa, no tiene un trabajo que le aporte salario ni mucho menos empresa o negocio que lo mantenga. ¿Se podrá? Conste.

VIERNES. Pues sí, la senadora Luisa María de Guadalupe Cocoa Calderón Hinojosa ha sido ungida candidata única al gobierno de Michoacán. Silvano Aureoles Conejo se perfila firme por el PRD mientras el PRI pulsa la nominación del senador José Ascensión Orihuela Bárcenas. Es como repetir la película de hace tres años. Habrá un final diferente. Digo.

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