San Politikón

El respeto se gana

Por: Juan Manuel Pineda

 

Aquella expresión: “el que se mueve no sale en la foto”, atribuida a Fidel Velázquez, por décadas dirigente de la CTM –sector del PRI-, en alusión a que la disciplina partidista obligaba a “esperar los tiempos” a quienes aspiraban a ser candidatos, se fue con los 70 años del priismo en el poder.

Aunque el rigor del centralismo partidista y gubernamental se asoma nuevamente, es evidente que –al menos en el caso de Sinaloa-, en la lucha por las candidaturas a cargos de elección popular poco importa la conseja del entonces dirigente cetemista.

En la sucesión gubernamental, del lado priista, son varios los aspirantes a la candidatura aunque quizá sean tres con posibilidades reales. Cada quien, a su manera, busca hacer méritos al amparo, en gran medida, de que “son otros tiempos”.

En estos nuevos tiempos, es más notorio que desde que alguien asume un cargo de elección popular, prácticamente ya tiene al eventual relevo en labores de proselitismo para sucederlo.

Así, la lucha por el poder político poco respeta la disciplina partidista, es decir, cada vez es más abierta y resultan vanos los intentos por frenarla porque, simplemente, son otros tiempos.

¿Qué le pasa a Gerardo Vargas, Secretario General del Gobierno en Sinaloa, cuando califica de “falta de respeto” la legítima lucha de quienes buscan suceder en el Poder Ejecutivo a Mario López Valdez?

¿Qué no hizo lo mismo MALOVA y otros aspirantes, junto con sus simpatizantes, años antes de que Jesús Aguilar Padilla cumpliera su periodo constitucional?

Le doy un dato:

Aguilar Padilla apenas cumplía cuatro años como titular del Poder Ejecutivo, cuando un funcionario del primer nivel comentó: “hay un acuerdo entre MALOVA y yo, nos vamos apoyar”.

Semanas después, en su oficina, en la parte superior de la su empresa de su ferretería, en Los Mochis, el entonces Senador, MALOVA, ya enfilado en la carrera por la gubernatura confirmó ese acuerdo con quien fuera compañero de gabinete: “les encargo, yo lo aprecio y lo quiero ayudar”.

¿Falta de respeto a la envestidura del titular del Poder Ejecutivo, que haya quienes aspiren abiertamente a ocupar el cargo porque MALOVA apenas está en el cuarto año de su sexenio?

“No mates esperanza alguna…..”, le dijo el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, al Gobernador, Mario López Valdez, en su reciente visita a Sinaloa.

¿También es una falta de respeto del Presidente Peña Nieto, venir a Sinaloa a ventilar el tema de la sucesión gubernamental cuando MALOVA apenas va por su cuarto año de mandato?

¿Respeta su envestidura el mandatario estatal al hacer compromisos públicos en relación a la sucesión gubernamental, cuando su tarea fundamental es la de servir a los sinaloenses?

En la víspera del Día de las Madres, en una especie de respuesta a la recomendación del Presidente Peña Nieto, MALOVA declaró: “…Doy garantías de que no le cerraré las puertas a nadie”.

Pero fue más allá:

“….También voy a dar las garantías de que no voy a estar detrás de nadie… que la gente tenga la seguridad de que yo no seré promotor de ningún partido y de ningún candidato…».

¿Será?

Por lo pronto, la percepción es que MALOVA se cura en salud por la simple y sencilla razón de que la forma en la que llegó a la candidatura y a la gubernatura –“saltándose las trancas”, como presumió o ¿presume?-, difícilmente le dará condiciones para maniobrar a favor de algún aspirante o de algún partido.

Quedó mal con unos y con otros. Así, no hay respeto.

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