San Politikón

El “Jefe David”

Por Juan Manuel Pineda

(www.informativosinaloaaldia.com)

 

Noam Chomsky, lingüista, filósofo y matemático, activista político, se autodefinió como un anarquista o socialista libertario, izquierdista. Recientemente se difundieron, de su autoría, 10 estrategias de manipulación a través de los medios. Forman parte de un ensayo denominado “El modelo de propaganda de los medios de comunicación”.

Una primera conclusión es que “la mayor parte de los medios de comunicación de masas transmiten las opiniones de las elites o de los gobiernos”. 

Así, se desprende que las organizaciones políticas y económicas, principalmente, asumen estas 10 estrategias de manipulación para controlar y manipular las creencias de la gente.

Para contextualizar, tengamos presente la primera de esas 10 estrategias de manipulación: Distraer.

“La estrategia de la distracción. El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes”.

En la reciente visita del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, a Mazatlán, Sinaloa, ¿por qué incluyó en su discurso el tema de la sucesión gubernamental, involucrando a uno de sus más cercanos colaboradores, David López, originario de la región del Évora?

¿Quién, en su sano juicio o con “tres dedos de frente”, como se dice coloquialmente, cree que el Presidente Peña Nieto dejará suelta la sucesión gubernamental en Sinaloa y en otros estados?

Si en su momento, él “palomeará” a los aspirantes priistas ¿cuál es la verdadera intención del mensaje en relación a la sucesión gubernamental en Sinaloa?

¿Es sólo un distractor político-electoral?

Unos y otros, interpretaron como quisieron a lo dicho por el Ejecutivo federal; los más, dieron por hecho que David López, funcionario extremadamente cercano al Presidente Peña Nieto, había sido “destapado” en la carrera gubernamental.

Si el “Jefe David”, como le dicen sus cercanos colaboradores en la Dirección de Comunicación Social de la Presidencia, es ya el elegido, como algunos lo asumen, ¿qué caso tiene exponerlo al ejercicio, casi siempre despiadado y perverso, de la especulación y la rumorología tan enraizado en los medios de comunicación y en la llamada clase política?

Las especulaciones sobre el futuro del “Jefe David” en el servicio público no son nuevas. El 3 de noviembre de 2013, Federico Arreola, en el portal SDP Noticias, se refirió a la columna de Ricardo Alemán publicada por esas fechas en El Universal, y reproducida en El Debate, titulada: “Que se va David López, de Los Pinos a Sinaloa; ¿eso anuncia más cambios en el gabinete de EPN?

Alemán, afirmó: “…David López, uno de los hombres más poderosos del gabinete del Presidente Enrique Peña Nieto, dejará su cargo para irse a buscar, como candidato del PRI, la gubernatura sinaloense”

Hace unas semanas, Benjamín Bojórquez, Director de El Debate Guamúchil, amigo de los integrantes del llamado “Chilorio Power”, grupo liderado por David López y Heriberto Galindo, retomó el tema en una columna que tituló: “David López Gutiérrez: Figura de enigma y poder”.

Ponderó generosamente las habilidades de López Gutiérrez como comunicador institucional, pero también se refirió a un lado poco conocido: “…él mismo es el consejero personal íntimo del propio presidente y esa simbiosis no es fácil de lograr entre los seres humanos, pero tiene a su favor la simpatía, el reconocimiento y el cariño del primer mandatario de la nación, razones que, ¡oh!, cosas de la vida y del destino, son las que podrían retener a David en el Palacio Nacional y Los Pinos al lado de EPN, son las que impedirían ser el abanderado tricolor por la gubernatura”.

Si David López es el “hombre más poderosos del gabinete”, como afirmó Ricardo Alemán en El Universal, o “el consejero personal íntimo del propio presidente”, como aseguró Bejamín Bojórquez en El Debate, entonces dónde lo necesita más el Ejecutivo federal: ¿Cómo gobernador de Sinaloa, o al lado de él en la conducción de los destinos del país?

En su reciente visita a Mazatlán, el Presidente Peña Nieto dijo: “Creo que cada vez que viene (David López), señor gobernador, aquí los políticos sinaloenses se inquietan mucho, pero no hay razón para ello”.

Lo dicho por el presidente no es del todo cierto: se inquietan los políticos –sobre todo los que aspiran a la gubernatura- que no tienen los pies en la tierra o los que “no saben cómo masca la iguana”, como decía “Maquío” Clouthier.

Entre risa y risa, el presidente garantizó que no deben existir tales inquietudes “porque David López está en lo suyo en la coordinación de comunicación social y en apoyo al Presidente de la República”

Pero el elemento distractor, del cual se desprende lo que realmente quiere que la gente crea, lo dejó sembrado Peña Nieto: “Pero nunca mate esperanza alguna, mi queridísimo gobernador”.

Aquí la connotación de la expresión va más allá de las presuntas aspiraciones de David López, porque “nunca mate esperanzas alguna” es equivalente, por ejemplo, a “nunca mate esperanza de alguien”, “nunca mate esperanza de cualquiera” o “nunca mate esperanza de varios”…

Y tengamos presente, en todo caso, que en la carrera gubernamental, el “Jefe David” no está solo….hay otros, directos e indirectos, pero también están otros dos factores que cuentan al momento de las definiciones: el tiempo y las circunstancias.

 

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