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Agua gratis

Moisés Sánchez Limón

A Selene, por su paciencia

En medio del tráfago legislativo, entre desencuentros y olvidos, descalificaciones y oprobios políticos y partidistas, hay acuerdos que deben ser valorados en toda su extensión. Y no se trata del aplauso fácil ni de quedar bien. No.

Al que me refiero, es de relevancia tal que su impacto social puede pasar desapercibido. La mediocridad nunca aceptará el acierto ajeno.

Mire usted. Este martes el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, firmó un decreto que implica dar agua potable gratuita, a libre demanda, en planteles educativos y establecimientos comerciales donde se expenden alimentos, es decir, desde los comederos populares y hasta los de postín en la capital del país.

Dicha disposición que se publicará este miércoles 16 de abril, es única en la república, pero sin duda habrá de ser requerida socialmente y, por ende, replicada en el resto de las 31 entidades federativas, de concretarse la pretensión de los legisladores federales de Nueva Alianza para proponer iniciativas de la naturales aprobada en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal en el Congreso de la Unión y, por supuesto, en los congresos locales.

Miguel Ángel Mancera Espinosa firmó el decreto por el que se adicionan y reformas diversas disposiciones de la Leyes de Establecimientos Mercantiles y de Educación. En estricto sentido de salud, este es uno de los mecanismos tendentes a combatir la obesidad y el sobrepeso. Menos refrescos o aguas gaseosas y endulzadas y más agua potable.

Para el efecto hubo dos iniciativas propuestas por Jorge Gaviño Ambriz, legislador neoaliancista de la ALDF, la primera el 26 de diciembre de 2012, que plantea la obligatoriedad de que todos los planteles educativos, desde el preescolar y hasta el medio superior en el Distrito Federal, cuenten con bebederos con agua potable.

La segunda iniciativa, presenta por Gaviño el 11 de abril del año pasado, propone que en todos los establecimientos mercantiles donde se expenden alimentos, se ofrezca a los comensales agua potable a libre demanda, es decir, sin restricciones.

Pero, como recordó el jefe de Gobierno, en este escenario falta una tercera iniciativa de reforma por promulgarse, que implica que todos los edificios públicos, plazas comerciales, parques y sitios de alta concentración cuenten con bebederos.

En palabras del propio Mancera, esta medida reduciría el alto consumo de agua embotellada y, por tanto, el uso del pet.

Bien por estas disposiciones. Los legisladores de Nueva Alianza se desprenden de la estridencia legislativa y trabajan en temas de suyo básicos para la convivencia sana y la salud pública. Por supuesto, implicarán importantes erogaciones presupuestales, pero es un asunto en el que vale la pena gastar.

Lo cierto es que lo de los bebederos escolares, incluso a nivel universitario, no es nuevo. Desde mediados del siglo pasado se aplicó este sistema en las escuelas públicas; en las escuelas preparatorias, los colegios de Ciencias y Humanidades, facultades y escuelas de la UNAM, amén de algunos inmuebles públicos, había bebederos. ¿Quién o quiénes y por qué los desaparecieron o dejaron morir de inanición financiera?

Hoy, los altos índices de obesidad entre los mexicanos, los pésimos hábitos de alimentación que han derivado en problemas de salud, como el despunte de diabéticos y la presencia temprana del mal en menores de edad, prendieron las alarmas frente al riesgo de enfrentar algo más que un problema de salud, como la consecuencia del ausentismo laboral.

Este cambio de hábitos con la obligación de tener bebederos públicos y que los comederos ofrezcan el agua gratis, afectará a un sector del aparato productivo, el de los embotelladores y distribuidores de agua potable, además de los del sector de alimentos. Riesgos de la democracia.

Al gobierno le requerirá de la instalación de los equipos que brinden agua potable, a los expendedores de alimentos cortará un ingreso que habían vuelto obligatorio a los clientes que pedían agua: la venta de agua embotellada.

Buena medida, las iniciativas fueron aprobadas por unanimidad en la ALDF. Ojala ocurra lo mismo en el ámbito del Congreso de la Unión y los congresos locales. Está visto que, cuando diputados federales y locales y los senadores quieren trabajar y llegar a consensos, se puede. Lo demás es rollo, demagogia y ganas de joder. Digo.

MIÉRCOLES.- ¿Alguien se sorprendió por el nuevo fraude cometido en contra de Pemex vía Banamex y denunciado en el extranjero por el corporativo Citigroup? En el asunto nuevamente hay panistas involucrados. Pemex, no hay duda, es la Cueva de Alí Babá y sus 40 ladrones. Pero, ¿dónde están Alí Babá y los 40 pillos? Ya hablaremos del tema. Gracias a las pistas que aportó ayer María de los Dolores Padierna, senadora de lo que queda del PRD. Conste.

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