El deporte es una de las expresiones culturales de carácter ancestral en el valle del Évora. La Ulama, el palío y otras expresiones deportivas estuvieron en el centro de las prácticas cotidianas prehispánicas y se manifiestan todavía en estas comunidades del Río Mocorito, impregnadas de la cultura española que ha generado un mestizaje de fuerte presencia regional.

De esa tradición le viene a Hilda Gaxiola Álvarez la intuición y la fortaleza para los lances para responder ante los ataques de sus contrincantes. En el deporte también se manifiesta el carácter del sinaloense, ese que hemos construido en relación con nuestro medio físico y cultural.

Hilda nació en la ciudad de Guamúchil del municipio de Salvador Alvarado, el 14 de julio de 1972. Ciudad de una pujanza sorprendente que muestra los efectos de una migración de la sierra y mar que ha generado un morador de inusitadas posibilidades.

En la Secundaria N° 1 comenzó a practicar el voleibol, que en la región del Évora es un deporte muy popular sobre todo por la cercanía de los campos pesqueros donde este deporte es una tradición. Sus cualidades y dotes deportivas la llevaron a participar en los campeonatos nacionales de 1985 y 1987.

Actualmente, integra el grupo de entrenadores de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Su participación internacional es destacada compitiendo en las olimpiadas de Sydney, Australia del año 2000, donde obtuvo el 17° lugar. Fue noveno lugar en el Campeonato Mundial de 2001 en Klagenfurt, Austria.

Es Licenciada en Contaduría Pública, egresada de la Universidad del Valle de México; es miembro de una familia de siete hermanos y sus padres son: Rosa María Álvarez y Felipe Gaxiola Salazar.

También fue condecorada con el Premio al Mérito Juvenil del Estado de Sinaloa otorgado por el Congreso del Estado de Sinaloa en el año 2000.

Es campeona centro americana de voleibol en el año de 2002. Junto con Mayra García en Atenas Grecia, fueron consideradas como una de las grandes parejas del voleibol mundial.

En los tour deportivos de carácter internacional son vistas con mucho respeto. Tiene un carácter fuerte y admira la determinación para lograr metas y no tiene empacho de expresar su admiración por el deportista Alejandro Cárdenas por su entereza física y mental.

Se define a sí misma como una luchadora, heredera de las fortalezas de las mujeres de su región. De ella varios críticos deportivos han opinado que tiene ritmo y mucha fuerza para seguir destacando en los escenarios deportivos de México y el mundo, por lo que la consideramos una sinaloense ejemplar en el mundo.