Sinaloenses del ayer, hoy y siempre

Lola Beltrán, Lola La Grande, figura inmortal.

María Lucila Beltrán Ruiz más conocida como Lola Beltrán, y más tarde Lola la Grande, nació en Rosario, Sinaloa, el 7 de marzo de 1932, en el seno de una familia humilde y gracias a su empeño, logró concluir sus estudios.

Un golpe de suerte quiso que se trasladara a Ciudad de México donde consiguió trabajo como secretaria en la legendaria XEW, donde el célebre compositor «Tata» Nacho, descubrió su bello timbre de voz y la invitó a su programa «Así es mi tierra».

Muy joven contrajo nupcias con Alfredo Leal, torero y galán de cine, con quien procreó una hija, María Elena Leal, también cantante. Después adoptaría a José Quintín, sin imaginar que tras su fallecimiento éstos se disputarían su herencia en un desagradable pleito público que perduró por 15 años. 

Actuó en muchas películas como: «Cucurrucucú Paloma,» » Los hermanos muerte,» » Tirando a gol,» » Matar no es fácil,» » Camino de la horca » y «la bandida»; otras de las películas donde participó son: «México de mi corazón», » El revólver sangriento», «Canción del alma», y su última aparición en la pantalla grande fue en el filme «Las fuerzas vivas.» 

En sus 43 años de carrera grabó casi ochenta discos, en los cuales se erigió en la intérprete favorita de Agustín Lara, Alfonso Esparza Oteo, «Tata» Nacho, Tomás Méndez, José Alfredo Jiménez, Rubén Fuentes, Armando Manzanero, Manuel Esperón, Ernesto Cortázar, Héctor Cordero, Pepe Guísar, Cuco Sánchez y hasta de Juan Gabriel, entre muchos otros prestigiados autores, y fue precisamente el tema «Cucurrucucú Paloma» su carta de presentación por todo el mundo, canción reconocida lo mismo en toda América que en Francia, China o Rusia.

Cantó para personalidades de la talla del galo Charles DeGaulle, la Reina Isabel II de Inglaterra, para los presidentes estadounidenses Kennedy, Nixon, etc., así como para el premier soviético Leonid Brezhnev, sin dejar de mencionar a los mandatarios mexicanos como Adolfo Ruiz Cortínez, hasta Carlos Salinas de Gortari; es decir, Lola supo trascender con su canto, la lengua extranjera y posicionarse como embajadora de la música mexicana. Fue la primera cantante de música ranchera que pisó Bellas Artes, en 1985, estuvo en la sala L’Olympia, París y en el Conservatorio de Leningrado.

Murió a los 64 años de edad el 24 de Marzo de 1996, en la ciudad de México, víctima de una embolia pulmonar. Antes de sufrir el infarto, Lola Beltrán trabajó en la grabación del «Disco del Siglo», junto con las cantantes rancheras Lucha Villa y Amalia Mendoza «La Tariácuri», bajo la producción de Juan Gabriel, en estudios de los Ángeles, Miami y Nueva York.

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